Las autoridades estadounidenses han declarado ‘persona non grata’ y por tanto decretado la expulsado del país de doce miembros de la delegación diplomática rusa ante la ONU a los que acusa de espionaje.
“Estamos iniciando el proceso de expulsión de doce agentes de la inteligencia de la Misión Rusa que han abusado de sus privilegios de residencia en Estados Unidos porque han participado en actividades de espionaje contrarias a nuestra seguridad nacional”, ha explicado Olivia Dalton, portavoz de la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
Dalton ha destacado que “estas acciones se estaban desarrollando desde hace meses” y ha subrayado que con la expulsión no se incumple el Acuerdo de País Anfitrión por el que se rige la presencia de las sedes de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU en suelo estadounidense.
Previamente, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, había avanzado la noticia sin referirse a las acusaciones de espionaje contra los doce diplomáticos.
“Acabo de recibir la información de que las autoridades estadounidenses han adoptado otra acción hostil contra la Misión Rusa ante la ONU, violando flagrantemente así sus compromisos recogidos en el Acuerdo de País Anfitrión (ONU-EEUU), y nos han informado de que van a declarar a doce personas de la Misión Rusa ‘persona non grata’ y van a exigir su salida antes del 7 de marzo”, ha explicado el diplomático ruso en rueda de prensa desde la sede de la ONU en Nueva York.
La comparecencia de Nebenzia estaba prevista para cerrar la presidencia de turno rusa del Consejo de Seguridad de la ONU y recibió una llamada para informarle de esta cuestión poco antes de su intervención.
Con esta medida, Estados Unidos demuestra su “desprecio” por sus obligaciones recogidas en la Carta de la ONU y por el acuerdo para ser anfitrión de las instituciones de la ONU, según Nebenzia.
Además, se ha referido a la invasión rusa de Ucrania y ha afirmado que sería deseable un compromiso de Kiev para su “desmilitarización y desnazificación”, lo cual favorecería el fin de la intervención militar rusa.
Fuente: El Nuevo Siglo.