Domingo, 24 de Noviembre del 2024 
Gustavo Petro, actual candidato a la presidencia de Colombia, dijo que entre sus primeras acciones como eventual jefe de Estado estaría la declaratoria de emergencia económica en el país, un movimiento que según lo establecido por la Constitución le permitiría aprobar leyes y regulaciones a través de decretos sin la venia del Congreso, por tres períodos de 30 días.
“Hay que decretar la emergencia económica teniendo como eje central el hambre, Colombia está en una situación de hambre”, expuso el líder de la Colombia Humana.
En este sentido, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el porcentaje de colombianos que están consumiendo tres comidas al día, actualmente, llega al 72,4%, mientras que antes de la crisis económica causada por la pandemia, llegaba al 90%.
Petro argumentó que al decretar la emergencia económica podría “comprar cosechas a campesinos y a pequeños y medianos productores agrarios”.
Y en línea con ello habló de “establecer una política —más de mediano plazo— de subsidio a los insumos y llevar esa comida, como en antaño, al Instituto de Mercadeo Agropecuario (Idema)”.
Cabe recordar que, en su momento, al Idema (constituido legalmente en 1968 y liquidado en 1997) le fue asignada la regulación del mercado de productos agropecuarios, mediante la compra, venta, almacenamiento, importación y exportación de los mismos.
Retornar a un viejo modelo
Juan José Perfetti, investigador asociado a Fedesarrollo, explicó que pensar en revivir este modelo de intervención no tiene mucho sentido en el presente debido a la globalización económica. Además, recordó que ya en el pasado fracasó por su elevado costo fiscal y a causa de las múltiples tareas que le fueron conferidas y no se llegaron a ejecutar de buena manera.
“El Gobierno —indicó Perfetti— debe tener una mejor política agrícola, actuar de manera más contundente en algunos aspectos como la comercialización, pero no es interviniendo directamente el mercado, es creando las condiciones para que los mercados funcionen”.
“Está demostrado, no solo en Colombia sino en diversas partes del mundo, que los estados son torpes en su actuar cuando intervienen directamente en temas de oferta y demanda”, puntualizó el experto.
La cura sería peor que el mal
Raúl Ávila, docente de Economía de la Universidad Nacional, recordó que la propuesta de intervenir directamente el mercado agropecuario ya había sido lanzada por el senador Petro en 2020, y sugiere comprar cosechas a precios por encima del costo real.
“Eso genera problemas grandes porque las intervenciones en el mercado traen ineficiencias, sobrecostos y asimetrías. Esto haría que los precios de los alimentos aumenten todavía más”, subrayó el economista.
Consultado sobre esta propuesta, Germán Palacio, gerente de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa), sostuvo que no está de acuerdo: “El precio es regulado por libre oferta y demanda y así debe ser”.
¿Es necesaria la declaratoria?
Para Jorge Restrepo, docente de economía de la Universidad Javeriana, “el mecanismo constitucional de la emergencia económica no está diseñado para este tipo de situación. Allí dice que se activa ante hechos sobrevinientes que pongan en riesgo el orden económico”.
En este caso puntual, desde su óptica, no se cumple con los estipulado por la Constitución y recordó que ya en pasadas ocasiones se declararon inexequibles otros intentos como el que aconteció durante el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998). Esto porque no había un riesgo de facto para la economía.
“Pero además, uno no resuelve una situación como la del hambre, que desde luego es apremiante, controlando precios, esto solo agrava el problema porque el proteccionismo encarece los alimentos”, puntualizó el académico.
Fuente: El Colombiano.
