A la mesa del Gobierno Nacional está por llegar una propuesta de las centrales obreras que busca un alza generalizada de los salarios en el país, teniendo en cuenta que el costo de vida está por las nubes y a abril de este año iba en 9,23% anual, con lo que se ha “comido” en buena parte el incremento del salario mínimo este año, de 10,06%. No obstante, esa cura podría ser peor que la enfermedad.
Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), argumentó que aunque la inflación total está en 9,23%, la subida de precios en los alimento llega a casi 30% y, entendiendo que los colombianos dedican la tercera parte de sus ingresos a comprar comida, esto justifica la solicitud que se hará al Gobierno –que no se ha develado por completo–.
Al respecto, voceros de dos de gremios que pidieron no ser citados hasta tener un pronunciamiento oficial, coincidieron en que una medida de ese talante sería inviable pues tendería a aumentar la inflación y, potencialmente, obligaría a los empresarios a tomar medidas como prescindir de personal, teniendo en cuenta que las compañías recién se recuperan de los efectos económicos de la pandemia.
Una visión con la que coincidió Mauricio López González, coordinador del Grupo de Macroeconomía Aplicada de la Universidad de Antioquia. A su juicio, una medida así presionaría la inflación y podría conllevar un impacto negativo sobre la generación de empleo. “Resulta apresurado pensar que necesitamos aumento en los salarios”.
López González recordó que la relación entre salario mínimo e inflación hay que verla como un todo y, en ese sentido, el costo de vida –si bien es alto– todavía no supera el incremento de la remuneración mínima legal para este año. Inclusive, mencionó que diversos entes especializados esperan una tendencia a la baja de la inflación en el segundo semestre del año hasta casi 7% (ver Gráfico).
En resumidas cuentas el experto de la U de Antioquia analizó que las medidas de parte del Gobierno no deberían estar en el ámbito de incrementar el salario, sino de frenar el crecimiento de precios de los alimentos.
Minhacienda se pronuncia
José Manuel Restrepo, ministro de Hacienda, también le salió al paso a la idea de las centrales obreras y afirmó que cualquier medida debe analizarse muy bien, especialmente por el impacto que pueda tener sobre los precios, pues no se puede permitir un golpe adicional al costo de vida.
Por eso, en declaraciones recogidas por RCN Radio, el ministro defendió que los recursos se enfoquen en las personas más vulnerables y, en ese sentido, valoró el aumento del Ingreso Solidario en casi 25% frente al año anterior.
En este punto vale recordar un estudio de Fedesarrollo en el cual se advierte que la inflación le pega más duro a los hogares pobres; así, el mencionado dato de 9,23% a abril es de 11% para las familias más vulnerables, toda vez que su gasto en alimentación es mayor que el del promedio.
Y es que un informe reciente de la firma especializada en consumo Raddar indicó que, por cada 100 pesos, los hogares colombianos destinan 31,30% a alimentos para el hogar; 6,85% va para comidas fuera del hogar; 24,35% se destina a gastos relacionados con la vivienda; 3,22% a moda; 7,71% a bienestar; 4,46% a educación; 15,34% a transporte y comunicaciones; 0,68% a electrodomésticos y 5,89% a entretenimiento.
“Los hogares están designando mayor parte de su gasto a los alimentos, debido a los altos precios y su alta importancia dentro de las canastas de consumo. Así mismo, comidas fuera del hogar superó el nivel de gasto registrado en años anteriores, teniendo en cuenta un consumidor motivado por nuevas experiencias, espacios y degustaciones. Sin embargo, los altos precios también pueden estar impulsando una mayor asignación”, analizó Raddar.
A juicio del docente e investigador económico Jorge Coronel, ese panorama hace que la iniciativa de las centrales obreras no sea tan descabellada “pues abre un debate sobre el manejo de inflación a mediano y largo plazo”.
Coronel observó el llamado de los sindicatos como un campanazo de lo que están viviendo los trabajadores. “Nos demuestra que el país necesita medidas urgentes sobre el manejo del precio de los insumos, que afecta el valor de los alimentos, y nos dice que no se está atacando la inflación correctamente”.
Eso sí, reconoció que para el Gobierno de turno hay poco margen de maniobra, con poco menos de tres meses para terminar. Así, los problemas de precios y los fiscales serán el gran “chicharrón” que recibirá el próximo Jefe de Estado.
Fuente: El Colombiano