La sociedad actual vive un momento preocupante con respecto al éxito, está de moda tener una gran cantidad de seguidores, fotos perfectas para el Feed de Instagram y contar todo lo que bien que la pasa una persona; pero, se está dejando a un lado algo muy importante:
El éxito no se logra de la noche a la mañana y la vida real poco se muestra en redes sociales, tan real como es.
Lo cierto es que muchos viven engañados en este sentido, porque la realidad de la vida es que no todo ocurre de la noche a la mañana y, el éxito en el emprendimiento hay que ganárselo, paso a paso y con trabajo. De hecho, es imposible aprender todo lo que se necesita saber para convertirse en un buen emprendedor en solo 5 días, pero sí se puede perfeccionar conocimientos a largo plazo para aplicar al trabajo que se pretende hacer, estrategias lógicas.
En este mundo las cosas se ganan a pulso, sudando y trabajando siempre por lo que se quiere.
Una gran equivocación del ecosistema del emprendimiento moderno es precisamente esa: pensar que por arte de magia se ganan las cosas, un error grave que puede traer consecuencias terribles y, por lo general, terminan en el fracaso de cualquier idea de negocio.
Si bien es cierto que cada caso puede ser distinto, emprender con éxito no toma el mismo tiempo a todos los emprendimientos, puede que las cosas salgan bien en pocos meses o puede que no ocurra de esa forma, es importante pensar que cada idea de negocio tiene su ritmo propio.
El tiempo es relativo porque depende de muchos factores, pero para lograr un modelo de negocio positivo, con aires de triunfo, es necesario planificar las acciones y para eso no hay fórmulas mágicas, hay metodología.
En este sentido, resulta importante tener claro que las cosas no funcionan igual para todos y conocer la dinámica de cada idea de negocio es primordial.
Los siguientes pensamientos harán el viaje más sencillo:
1. El éxito es relativo porque depende de los conceptos personales, lo que para alguien es el éxito para otra persona no lo es. Definir conceptos y alinear ideas al modo de pensar individual, es una forma de ganarle a la incertidumbre.
2. No siempre se llegará a la gloria en el primer intento, pero eso no quiere decir que nunca se toque el cielo con los dedos, hay que perseverar cada día.
3. Una idea genial para la ama de casa que además prepara unas tortas deliciosas y las vende, no necesariamente es una idea genial para el resto del mundo, por ello es muy importante analizar la factibilidad de cualquier modelo de negocio antes de intentar sacarlo a flote.
4. En el camino es posible encontrarse con dos tipos de personas, las que construyen y las que destruyen, muchos de los resultados que se logren dependerán del grupo con el que se tomó la decisión de estar o trabajar.
5. Tal vez llegue el momento en el que se crea tener todo bajo control y el emprendedor se lanza a la aventura. Pero en el trayecto las cosas pueden cambiar, por eso es vital preocuparse por optimizar a fin de avanzar sin importar las sorpresas del camino.
Emprender es más sencillo de lo que muchos imaginan, se trata de salir adelante con las ideas en la cabeza y perfeccionarlas de la mejor forma posible. Si se emprende con inteligencia, hay mayor probabilidad de que las cosas salgan bien en muchos sentidos.
Ese es el verdadero secreto del juego.
Fuente: Diario Occidente