La admiración por el ingenio y carisma de Gabriel García Márquez, una coincidencia entre figuras antagónicas como el presidente estadounidense Bill Clinton y el líder cubano Fidel Castro, quedó plasmada en cálidas cartas que ambos dirigieron al escritor colombiano.
Estos mensajes inéditos, algunos escritos de puño y letra por los antiguos mandatarios -además de un desfile de personajes que va de Woody Allen hasta Pablo Neruda-, se exhiben desde el fin de semana en la casona del sur de Ciudad de México donde vivió Gabo -fallecido en 2014- y convertida en centro cultural.
Gonzalo García Barcha, artista gráfico e hijo menor del Nobel 1982, confirma la intencionalidad de que las cartas de Clinton y Castro estén dispuestas en una misma hilera para la exposición.
“Gabo tuvo contacto de amistad con ambos. Siempre es impresionante pensar que estas personas, oficialmente en la historia, pertenecían a bandos totalmente opuestos”, dice a la AFP.
“Es interesante y conmovedor sentir que Gabo tenía un papel de alguna manera conciliador entre los dos”, añade García Barcha.
En una de las misivas, escrita a mano por Clinton y fechada en la Casa Blanca en febrero de 1997, el entonces reelecto presidente agradece al “querido Gabriel” por “ser un profeta para mi presidencia”.
El comentario alude a una declaración pública en la que el novelista había pronosticado que, de ser reelegido, Clinton sería uno de los grandes presidentes de Estados Unidos.
“Créamelo: el único oficio que ansío es el de profeta”, le había escrito Gabo a Clinton en una nota previa de enero de 1997.
“Querido Gabo”
Las cartas de Fidel, también manuscritas, muestran no solo cercanía sino una agenda común.
Desde pedirle que le haga llegar unas fotos al actor estadounidense Sean Penn, en un escrito de octubre de 2008, hasta una nota -sin fecha visible- en la que Fidel sugiere a García Márquez temas que plantear durante una visita a Estados Unidos.
Al pie de dicha página, una anotación con lápiz hecha por Mercedes Barcha, esposa de García Márquez, dice: “de F para cuando G fue a USA con C”. García Barcha supone que son las iniciales de Fidel, Gabo y Clinton.
“Está ya documentado que hubo un contacto que Gabo hizo entre ambos jefes de Estado en aras de que mejorara la relación entre ellos, que es un tema aún vigente”, apunta el hijo del escritor.
Más allá de la política, el fallecido líder cubano no regateó afecto ni admiración por su amigo.
“Seguiré tratando de aprender la décima parte de lo que tú sabes hacer de forma perfecta. Rindo tributo a tu pluma genial”, expresó en una nota de diciembre de 2007.
Leído y admirado
Estas y otras cartas -unas 150- fueron halladas en una caja con etiqueta “misteriosa” que permanecía guardada en la casa familiar.
Se sumarán a otras entregadas previamente al Ransom Center de la universidad de Austin, en Estados Unidos, institución que preserva el legado del creador de “Cien años de soledad”, explica su nieta Emilia García Elizondo.
Pero aquellas cartas vinculadas a su quehacer político no son el único hallazgo. García Barcha destaca un alegre mensaje manuscrito del chileno Pablo Neruda, del que García Márquez fue rendido admirador y amigo.
“Gabísimos, lo del 12 de julio no es broma: estrenaremos la Taberna del Caballo Verde”, dice parte del mensaje firmado por “Pablo” y que se refiere a una reunión de amigos celebrada en París en 1972, señala García Barcha.
“Es una carta en la tinta verde del poeta, en papel membretado de la Isla Negra (casa de Neruda), ¡Wow! ese es un documento para mí muy interesante”, añade.
Mensajes del escritor hondureño Augusto Monterroso, el mexicano Carlos Fuentes, el actor y director estadounidense Robert Redford o el cineasta alemán Win Wenders también figuran en la colección.
Incluso la pícara y cariñosa letra de una canción, regalo de cumpleaños del cantautor español Joaquín Sabina a Mercedes Barcha, surgió entre los papeles revelados.
“Hay un hilo común y es el hecho de que da la impresión de que esa gente ha leído a Gabo, no es una actitud de estar escribiendo a una celebridad”, comenta García Barcha.
La muestra engalana el 40 aniversario de la obtención del premio Nobel, que se conmemorará además con una exposición sobre la vida y obra del escritor en el Museo de Arte Moderno de México, desde el próximo sábado.
Fuente: El Nuevo Siglo