Domingo, 22 de Diciembre del 2024
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Déficit en los sistemas de transporte, el otro debate que abre el presidente

Publicado el 04/09/23

Bogota Septiembre 04 de 2023. No cesa el debate alrededor de la controvertida propuesta que lanzó el presidente Gustavo Petro, quien planteó que, para hacerle frente a los déficit en las finanzas del transporte público y evitar la muerte de usuarios que intentan colarse, la ciudadanía pague la tarifa de los sistemas como el metro de Medellín o Transmilenio en Bogotá a través de una cuota incluida en la factura de los servicios públicos.

“Sería aparentemente, y realmente para muchos, un transporte gratuito, y su pago real estaría distribuido en toda la sociedad de las ciudades respectivas con el peso que se le da a los estratos en las facturas”, explicó el mandatario a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter).

La propuesta, que no deja de dividir a expertos y técnicos, puso de presente una vez más el hueco y la crisis financiera que sigue afectando a los principales medios de transporte de las grandes ciudades. En el caso de la capital de Antioquia, se estima que con corte a junio de este año el déficit financiero era superior al medio billón de pesos: $513.000 millones.

Parte de la crisis, según quedó en evidencia a finales de 2022, se explica por los recursos que dejó de recibir el sistema por parte de la Alcaldía de Daniel Quintero, según alertó en su momento la organización ‘Medellín Cómo Vamos’. Frente a la propuesta, el mandatario paisa respaldó a Petro: “Hagamos de esta idea una realidad pronto”.

Inclusive, por cuenta de la crisis económica que desató la pandemia del covid-19 y que impactó varios sectores, el año pasado se advertía un hueco de más de medio billón de pesos en el sistema. La situación fue tan crítica que se habló de dificultades financieras para comprar trenes, coches del tranvía o modernizar sus estaciones.

Por otro lado, el sistema de transporte Transmilenio en Bogotá cerró 2022 con un déficit financiero del 53,1 % y desde diferentes organismos como el Concejo de Bogotá se advirtió que se necesitaban recursos por $1,3 billones para atender la problemática. Sumado a la pandemia y a las condiciones de los contratos para la operación –que, según la Alcaldía, favorecen a los privados–, el tema de la evasión y los colados sigue drenando la estabilidad del sistema.

Se estima que de cada 100 usuarios del sistema, al menos 30 son colados: “Los costos estimados de la evasión se ubican en $10.608 millones semanales, generando pérdidas anuales de $551.000 millones que son asumidas por el Distrito y no por los operadores”, declaró en su momento el concejal Óscar Ramírez.

De allí que, en junio pasado, la alcaldesa Claudia López destacó una proposición incluida en la discusión del Plan de Desarrollo que da vía libre al ingreso de un billón de pesos a los sistemas de transporte público y les permite a las alcaldías renegociar los contratos con operadores privados para que también aporten.

“Al fin vamos a poder empezar una renegociación de los contratos de operación de Transmilenio totalmente ventajosos para los privados y abusivos con los bolsillos de los bogotanos”, aseguró en junio.

En esa línea, en respuesta a la propuesta de Petro, el exalcalde Enrique Peñalosa respaldó al mandatario y calificó la idea como buena. “Es bueno subsidiar el transporte público por razones de equidad y ambientales. De hecho está subsidiado en casi todas partes (…) No porque sea gratis la gente va a pasear todo el día en bus o metro. Yo he propuesto avanzar hacia eso cobrando por el uso del carro con rastreo satelital. Pero la propuesta de Petro es más fácil y rápida de implementar, mientras se avanza en sistemas para cobrar por el uso del carro. Tendría una repercusión internacional importante”, dijo.

La situación que se presenta en Bogotá o Medellín no dista de lo que sucede en otras capitales. Solo en el MIO de Cali, según la Alcaldía de Jorge Iván Ospina, la deuda de 2022 ascendió a más de $47.000 millones. Además de los colados, la administración también ha alertado por la necesidad de renegociar los contratos con los privados.

“Son contratos que están mal estructurados, son lesivos, amañados y la operación es mala. Entonces aquí es importante sentarnos a estructurar unos contratos donde el privado gane, porque ese es el negocio, pero también que sea eficiente en la prestación del servicio”, señaló recientemente presidente de Metro Cali, Óscar Ortiz.

No menos alarmante es la situación en el Metrolínea de Bucaramanga –que acumula un déficit de cerca de $72.000 millones–, el Transmetro de Barranquilla –$45.000 millones–, o Transcaribe en Cartagena –$20.000 millones–.



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