Las negociaciones comerciales entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur deben concluir antes del 6 de diciembre de este año, ha demandado el presidente de Paraguay,Santiago Peña. “Si Lula no lo logra, yo no voy a continuar en el próximo semestre”, dijo Peña.
Bogotá,27 de setiembre del 2023.-La presidencia del bloque comercial Mercosur, que representa el mercado interno sudamericano, rota cada seis meses entre los cuatro miembros plenos activos actualmente: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. (Venezuela, el quinto miembro, se encuentra actualmente suspendido; otros países del continente son miembros asociados).
Actualmente Brasil, tiene la presidencia y la entregará a Paraguay el 6 de diciembre. Su gobernante, Peña, ha dicho ahora que si para entonces no se ha llegado a ningún acuerdo, se centrará en acuerdos menos engorrosos con otros países. Citó como ejemplos a Singapur y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
“Seguimos trabajando sobre la base del compromiso asumido a nivel presidencial de concluir las negociaciones antes de fin de año”, afirmó Olof Gill, portavoz de Comercio y Agricultura de la Comisión Europea.
Asimismo, se refirió al “intercambio muy constructivo del 14 de septiembre”, cuando representantes de ambas partes se reunieron en Santiago de Compostela, España. “Espero poder anunciar la fecha de la próxima reunión de los principales negociadores antes del fin de semana”, aseguró Gill. De modo que la postura oficial de la UE podría traducirse como: “Todo va según lo planeado, no hay motivo para desesperarse”.
Por el contrario, un representante del Gobierno alemán parece casi agradecido por la presión de Paraguay. “El ultimátum del presidente de Paraguay es duro, pero necesario”, dijo a DW Reinhard Houben, portavoz de política económica del grupo parlamentario liberal. “Más de 20 años deben bastar para aprobar un tratado de libre comercio”, agregó.
En Europa, son principalmente los países con una gran producción agrícola los que critican el acuerdo. Temen que los agricultores europeos se vean obligados a una guerra de precios debido a la competencia y, al mismo tiempo, que en Sudamérica se destruya aún más la selva tropical.
El intento de Paraguay de ejercer presión política con un ultimátum no sorprende a Pekka Pesonen, secretario general de las asociaciones de agricultores y cooperativas europeas. “Esto no hace más que confirmar nuestra evaluación de este acuerdo y su impacto en la agricultura. Tal como está ahora, el acuerdo es inaceptable. Esto se refiere al acceso al mercado de algunos productos agrícolas básicos, pero también a la falta de compromisos concretos en materia de clima y sostenibilidad por parte de los países del Mercosur”, señala.
En el verano de este año, la UE hizo exigencias adicionales para reforzar la protección del medio ambiente y los derechos humanos, lo que generó críticas en Sudamérica. La ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, destacó los éxitos del actual Gobierno de Lula da Silva. La deforestación en el Amazonas se ha reducido casi un 50 por ciento solo este año. “Por lo tanto, el acuerdo de libre comercio debería firmarse ahora”, dijo Silva a DW a mediados de septiembre.
Por otro lado, la organización ecologista Greenpeace advierte de riesgos debido a la prisa. “En lugar de seguir adelante con un acuerdo hecho a medida para las grandes corporaciones, la UE y los países del Mercosur deberían pensar en cómo configurarlo para que la naturaleza y los derechos humanos importen más que la destrucción de nuestro planeta para el beneficio privado”, declaró Lis Cunha de Greenpeace a DW.
Javi López, eurodiputado socialdemócrata y delegado en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, destaca la importancia geopolítica del acuerdo: “El acuerdo entre la UE y el Mercosur cambiaría las reglas del juego y reforzaría las relaciones con la región”.
Phil Hogan, Comisario de Comercio de la UE hasta 2020, tiene una opinión similar. La UE quiere “diversificarse” para depender menos de países como China o Rusia. “No debemos desaprovechar esta oportunidad. Es un mercado de 270 millones de personas y se ha negociado durante años”, indicó.
Las exigencias que ahora se debaten para la protección del clima y del medio ambiente no deberían ser motivo para dejar que las negociaciones fracasen. Hogan se mostró esperanzado en que pueda alcanzarse un acuerdo antes de finales de año. “Creo que Europa lo necesita y Sudamérica también”, aseveró.
Según el parlamentario europeo López, el fracaso también está descartado. “Entiendo la frustración de que después de 20 años de negociaciones todavía no haya un resultado final. Se trata también de la fiabilidad de la Unión Europea como negociadora de acuerdos internacionales”, comentó.