Ferrari Utility Vehicle
Chile se ganó el honor de ser el primer país de Suramérica en recibir al Purosangue (pura sangre, en italiano) y hasta allá nos fuimos a conocer este exclusivo modelo. Cómo será la relevancia, que en ese mismo evento nos dijeron que estaba de incógnito un cliente de Perú para cotizarlo, lo que se suma a las 11 reservas que ya tiene en el país austral; seguramente, algunos clientes colombianos también le estarán echando el ojo. Como sea, digamos primero que las fotos y los videos no le hacen justicia a un auto que, si bien parece insertarse en el segmento de los super SUV (Lamborghini Urus, BMW XM, Porsche Cayenne Turbo GT, Aston Martin DBX), no tiene un gramo de convencional. Si bien un SUV jamás será un auto puramente deportivo, por ser grande y alto, Ferrari asumió el desafío de hacer el Purosangue como si se tratara de uno de sus autos más emblemáticos, con esa mezcla única de pasión, deportividad y vanguardia, tan propia de la marca.
Como ya escribimos varias notas sobre sus especificaciones, no quiero tener que reescribir sus detalles técnicos. Aprovecharé mejor el espacio para contarles algunas cosas que me gustaron mucho del Purosangue y que solo se aprecian en vivo, un privilegio que uno sigue agradeciendo al margen de que esto de los autos es nuestro trabajo.
Ferrari Purosangue, por fuera
- El diseño del Purosangue es único. Toma mucho de los modelos de Ferrari con trompa larga y cabina corta. Además la marca italiana recurrió a algunos trucos visuales para camuflar sus casi 5 metros de largo; por ende, luce más compacto de lo que parece, porque las esquinas del auto son más cortas que la trompa y la sección central de la zaga, lo que ayuda a dar la idea de que las ruedas están muy a los extremos. Así mismo, el pliegue de las puertas ayuda a bajar la vista y a “recortar” el auto para darle más proporción cuando le da la luz.
- Está lleno de entradas de aire, todas absolutamente funcionales. Se diseñaron de tal manera que forman parte de la gráfica visual del auto, incluso haciendo las veces de prolongaciones de las luces.
- Un detalle hermoso pero muy discreto es el vidrio posterior, que cuenta con dos “pliegues” para dar continuar al diseño del techo, por debajo del alerón.
- Los guardabarros son tema aparte, porque tienen un diseño “flotante”. Estas no son molduras pegadas a la carrocería, sino que “emergen” desde los pasos de rueda del auto y permiten modelar el flujo aerodinámico, pero también ayudan a evacuar el calor del motor, al menos en el frente. Además, colaboran a que el Purosangue se vea muy ligero.
- Las puertas traseras son de apertura automática y basta con accionar una discreta “manija” negra que se funde con el paral central. Así mismo, las bisagras de estas puertas son una obra de ingeniería.
Ferrari Purosangue, por dentro
- El baúl, de apertura eléctrica y con 473 litros de capacidad, tiene botones para plegar las butacas traseras. Además debes abatir una tapa que separa la zona de carga de los asientos, pero así podrás cargar objetos más largos.
- El diseño engaña, caben cuatro ocupantes, pero acomodados a la perfección.
- El Purosangue tiene un tablero casi simétrico con dos pantallas. Una es exclusiva para el copiloto y la otra es para el conductor; es decir, no hay pantalla central, lo que significa que hay funciones que solo podrán operar uno de los dos ocupantes, pero esto supone una tremenda oportunidad ergonómica, porque la cámara de reversa y la interfaz de Apple CarPlay se proyectan en el cuadro de instrumentos principal, lo que, considero, lo hace mucho más cómodo y distrae menos que tenerlas en la mitad.
- Las perillas retractiles con comandos para la climatización de los asientos, tanto delante como atrás, son un detalle muy moderno y bien logrado.
- El volante del Purosangue cuenta con comandos táctiles que no son tan simples de usar, pero al menos combinan perfectamente con las perillas y los selectores físicos; se usan para lo que realmente importa, como accionar las luces o el manettino (interruptor giratorio, exclusivo de los Ferraris).
- Esta unidad incluye opcionales muy interesantes: techo panorámico electrocrómico y sistema de audio Burmester de 21 parlantes, el cual se comprobó durante la presentación; es sublime y equilibrado.
Ferrari Purosangue: el V12
- El poderío del V12 6,5 te llega al pecho, incluso en ralentí. No tiene un sonido brutal o agresivo, sino que entrega la música que tu esperas de una de las mejores sinfonías mecánicas que hoy quedan, antes de que lo eléctrico lo consuma todo. Tanto así que incluso un “acelerón” fortuito dejó literalmente “despeinado” a un colega en el evento.
- Pongámonos serios. Este V12 cuenta con inyección directa de alta presión, sistema de ignición selectiva, lubricación por cárter seco, rediseño y revisión de plenos, ductos, múltiples de escape, entradas de aire y todo lo que tenga que ver con geometría volumétrica e índices de fricción. Así mismo, las culatas se tomaron prestadas del 812 Competizione.
- 715 hp de potencia y 716 Nm de torque, 80% de este último disponible desde las 2.100 rpm.
- Sistema de tracción basado en el del GTC4 Lusso (4RM-S), con transeje (caja 8DCT), torque vectoring y dirección a las cuatro ruedas.
- Acelera de 0-100 en 3,6 segundos y desarrolla cerca de 310 km/h de velocidad máxima.
Por supuesto que falta hablar de su construcción de aluminio, piezas fundidas y fibra de carbono, o de sus sofisticados sistemas de suspensión activa y control dinámico, los cuales podrás encontrar en los artículos que te mencionamos más arriba.
El precio del Purosangue que llegó a Suramérica comienza en 470.000 dólares. Decimos “comienza”, porque estos autos se personalizan y su precio se eleva mucho más.
P.D. Señor Maluma o señorita Karol G, si están interesados en adquirir un Purosangue, tengan la gentileza de avisarnos, a ver si también cubrimos la llegada de este Ferrari al país, ojalá sea pronto.
