Bogotá,11 de abril del 2024.- Esta importante marca, consciente de la pérdida y con la ayuda de expertos, visitaron los páramos, evaluaron las condiciones y trazaron un plan de siembra para los primeros 500 frailejones.
Colombia, alberga el 60% de los páramos del mundo, estos santuarios naturales son el hogar de los frailejones, especies comúnmente conocidas como fábricas de agua, vitales para los ecosistemas.
En enero de 2024, Colombia enfrentó una fuerte ola de calor, marcando algunas de las temperaturas más altas en su historia. Tristemente, se hicieron populares las imágenes de frailejones en llamas, sembrando impotencia e incertidumbre en todos los rincones del país.
En medio de todo lo que estaba pasando, Inter Rapidísimo, anunció que donaría 2.000 frailejones, una acción que venía acompañada de una convocatoria en internet, en la que más de 14.000 personas se registraron.
Moisés Moreno, quien ha sembrado con éxito más de 2.400 frailejones; el Doctor en Biología, Fernando Alzate Guarín, docente y experto en Páramos desde hace más de 25 años de la Universidad de Antioquia; y un especialista del Instituto Humboldt, estudiaron el suelo y seleccionaron los suelos que cuentan con las condiciones óptimas para que los frailejones crezcan de nuevo y sin problema.
Inmediatamente, Inter Rapidísimo, convocó y eligió a 200 personas, verificando su disponibilidad y estado físico para subir al páramo, y los citó en cuatro grupos diferentes, estratégicamente.
Los grupos salieron de Bogotá rumbo a Monguí. Allí los esperaba un campamento arquitectónico inspirado en la anatomía de los frailejones que se fundía con el entorno, usando materiales sostenibles y técnicas de construcción que minimizaron el impacto ambiental.
Se unieron un experto en senderismo y un sabedor ancestral, quienes bautizaron a cada uno de los colaboradores como “Guardián del Páramo”.
Conformar este equipo, también fue un honor para los guardianes, porque la siembra los invitó a desconectarse de la ciudad, y conectar profundamente con la actividad que los esperaba al día siguiente. Cada voluntario recibió un kit de siembra y las instrucciones necesarias para no afectar al páramo durante la jornada de siembra.
Al finalizar la jornada recibieron una moneda grabada con la frase “Sembraremos 2.000 frailejones”, que no solo los valida como verdaderos Guardianes del Páramo, sino que además los convierte en cuidadores invaluables en este compromiso con el medio ambiente.