Cariñosamente conocido como el “amigo fiel,” este francés llegó a Colombia en los años 70 y rápidamente se convirtió en un símbolo de nuestra cultura. Para muchos colombianos, fue el primer carro y un testigo de momentos únicos en sus vidas.
Su gran popularidad hizo que la planta de Sofasa en Envigado, Antioquia, comenzara a fabricarlo localmente, consolidando el vínculo entre el R4 y nuestro país. El R4 se popularizó rápidamente en Colombia por su diseño sencillo y su gran versatilidad.
El Renault 4 capaz de enfrentar los terrenos más difíciles, desde las escarpadas montañas hasta las carreteras sin pavimentar. Fue el primer automóvil para muchos, convirtiéndose en fiel compañero de agricultores, familias y comerciantes.
Su amplio espacio y capacidad para cargar todo tipo de mercancías, lo convirtieron en el vehículo ideal para los campesinos, quienes lo utilizaban para transportar desde cosechas hasta animales. Era común ver a las familias preparándolo para hacer paseos largos o improvisando parrillas para llevar carga adicional en el techo.
Hoy en día, a pesar de que ya no se fabrica, su presencia persiste en las calles, donde sigue siendo admirado como un símbolo de nostalgia y tradición. En varias ciudades, se organizan caravanas y eventos en honor al R4, donde sus dueños se reúnen para celebrar la historia de esta reliquia.
Su huella sigue presente, recordándonos lo valioso de disfrutar los pequeños momentos y lo que realmente importa en la vida. El “amigo fiel”, sigue siendo ese símbolo que nos conecta con nuestra tradición y nos trae recuerdos llenos de nostalgia, de un tiempo que muchos seguimos guardando con mucho cariño.