Lima, 24 enero de 2025. La reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP 29, evidenció que la crisis climática sigue siendo uno de los principales problemas a nivel global. ¿Qué hay detrás de esta problemática y cómo podemos enfrentarla? Una parte crucial de la solución radica en entender la huella de carbono, una herramienta clave para medir y reducir el impacto ambiental de nuestras actividades diarias.
Los principales responsables del cambio climático son los GEI, como el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido de nitrógeno (N2O) y vapor de agua (H2O). La Huella de Carbono mide las emisiones de estos gases generadas por actividades humanas, productos, servicios u organizaciones.
¿Por qué debemos reducirla?
En el caso del Perú, el Banco Mundial y la ONU estiman que las emisiones de CO2 del país superan los 60 millones de toneladas anuales. Lima, además, es una de las ciudades capitales más contaminadas del mundo. Por ello, el país ha adoptado compromisos como reducir las emisiones de GEI en un 30% para 2030, en línea con el Acuerdo de París. Estas metas se complementan con iniciativas locales como la promoción de transporte sostenible, el uso de energías renovables y la protección de bosques, que buscan mitigar los efectos del cambio climático.
Acciones para un impacto positivo
Además de medir nuestra huella de carbono, reducirla es posible con pequeños cambios: reciclar, reutilizar materiales, consumir energía responsablemente y optar por medios de transporte sostenibles. En este contexto, empresas como Cabify lideran con el ejemplo al compensar el 100% de las emisiones de carbono generadas por sus viajes, tanto particulares como corporativos, en proyectos de compensación en el Amazonas.
Este Día Mundial de la Educación Ambiental es una oportunidad para reflexionar y actuar. Conocer y reducir nuestra huella de carbono es un paso esencial para combatir el cambio climático y proteger el futuro de nuestro planeta.