En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Nadia Rodríguez, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lima, destaca la creciente presencia y liderazgo de las mujeres en el ámbito científico.
Lima, febrero de 2025. A pesar de los avances, persisten brechas de género que requieren un compromiso continuo de la sociedad para garantizar la equidad y fomentar vocaciones científicas desde edades tempranas.
Según el III Informe Bienal de Sunedu (2022), solo el 29 % de los estudiantes de pregrado en ingeniería y tecnología en Perú son mujeres, lo que limita su acceso a oportunidades laborales y restringe la diversidad de enfoques en la investigación.
El 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, es una fecha clave para reconocer la contribución de las mujeres al conocimiento y visibilizar su impacto en diversas áreas, desde biotecnología hasta ingeniería aeroespacial. A pesar de estos logros, las mujeres aún son minoría en varios campos de la ciencia y la tecnología.
“La ciencia está escrita con nombres de mujeres. Está en cada ecuación que resuelve un problema global, en cada algoritmo que impulsa la tecnología y en cada descubrimiento que desafía lo imposible. Ser mujer en la ciencia no es solo una oportunidad, sino un privilegio: el de transformar el mundo con nuestra visión, creatividad y determinación”, señala Nadia Rodríguez, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lima.
Cerrando brechas y fomentando la inclusión
Para revertir esta situación, es crucial implementar estrategias que incentiven la participación femenina en la ciencia. “Es fundamental fomentar vocaciones científicas desde la niñez, derribar estereotipos y visibilizar modelos a seguir. Iniciativas como el programa ‘Mujeres en STEM’ del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Concytec) o los espacios de mentoría en universidades peruanas son pasos clave para motivar a más jóvenes a ingresar en estos campos”, enfatiza Rodríguez.
El impacto de las mujeres en la ciencia es innegable, tanto a nivel global como en Latinoamérica y el Perú. Ejemplos como el de Katalin Karikó, bioquímica galardonada con el Nobel de Fisiología o Medicina 2023 por su trabajo en la tecnología de ARN mensajero, han demostrado cómo la perseverancia y el rigor científico pueden transformar la salud mundial. En Latinoamérica, la astrofísica chilena Maritza Soto ha contribuido significativamente al descubrimiento de nuevos exoplanetas; mientras que, en Perú, investigadoras como Silvia Ponce, Aracely Quispe Neira y Fabiola León-Velarde han liderado proyectos innovadores en biotecnología, exploración espacial y fisiología de altura, respectivamente.
Compromiso con una ciencia más equitativa
Las científicas no solo generan avances en sus disciplinas, sino que también redefinen la forma en que se hace ciencia, ya que promueven entornos colaborativos, interdisciplinarios e inclusivos. Su liderazgo transforma tanto el conocimiento como las estructuras que lo sustentan.
“En este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, celebremos sus logros y renovemos nuestro compromiso con una ciencia más equitativa. Desde la academia, el sector público y privado, tenemos la responsabilidad de impulsar iniciativas que permitan a cada niña que sueña con cambiar el mundo encontrar el apoyo y la inspiración para hacerlo realidad”, concluye Rodríguez.
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