Ahora, Estefanía sí puede bailar con su hermano Andrés. Antes no y no se trataba de un problema familiar, sino de estatura. “Él era muy bajito”, comenta Estefanía, de 22 años. Pero el joven Andrés, de 17, se estiró y llegó a los 1,85 metros, lo que le permitió ser el parejo de su hermana. […]