Nuestro estado de salud se determina por distintos factores, como pueden ser nuestra alimentación, dónde vivimos, cuánto dormimos, el nivel de ejercicio físico e incluso con quién vivimos.
Los probióticos, cuando son administrados en cantidades adecuadas, confieren beneficios para nuestra salud. Estos pueden ser obtenidos a través del consumo de ciertos alimentos y/o suplementos.