La reputación corporativa es la imagen que proyecta una empresa y la percepción que tienen de ella sus diversos grupos de interés (inversionistas, clientes, medios, etc.).
El perfil de un Dircom es diverso, abarcando desde formación en periodismo hasta habilidades en relaciones públicas. Más allá de la formación específica, se valoran habilidades como capacidad de análisis y síntesis, adaptabilidad y convicción.